¿Cómo me afecta una subida de tipos de interés?
Seguramente ya has oído hablar en prensa o en otros medios que se acerca una subida de los tipos de interés, del Euribor. También es probable que te lo hayan dicho en tu banco. Si no sabes qué es el Euribor, te diré que más o menos es el tipo de interés al que se prestan dinero los bancos entre ellos. Y este valor se usa como índice de referencia para los préstamos a consumidores y empresas. Si quieres saber más acerca del Euribor, esto es lo que dice la Wikipedia.
Hasta ahora con este índice bajo (¡hasta negativo!), por decisiones del Banco Central, los tipos de interés para consumidores y empresas eran ciertamente bajos. Teníamos dinero artificialmente barato. Así que el coste de nuestra deuda era más bien pequeño.
Normalmente, el euribor se tomaba como referencia en préstamos (e hipotecas) a tipo variable. Resultando nuestro tipo de interés: Euribor + Diferencial. Este diferencial es un valor que asigna el banco para incrementar el valor del tipo resultante. En los préstamos a tipo fijo, no se tiene en cuenta el Euribor, al menos de forma directa. Así que no nos influirá si ya tenemos dispuestos y firmados, prestamos a tipo fijo.
Como ya queda más o menos claro, el problema nos puede aparecer si tenemos préstamos a tipo variable. Evidentemente nos va a subir nuestro coste de la deuda. Todo depende de si es mayor el resultante que nuestra rentabilidad económica. Si es menor el coste de la deuda resultante tras la subida de tipos, no tendremos serios problemas. Simplemente nuestro beneficio se verá reducido. Si por el contrario es mayor, podemos entrar en una espiral que nos lleve a la quiebra.
Ahora bien, se nos plantean dos situaciones en este caso, dependiendo del endeudamiento de la empresa.
Empresa poco endeudada
Si nuestros pasivos suponen menos de un 40% del activo total, podremos ir capeando la situación. Aunque nuestro coste de la deuda sea más alto que la rentabilidad económica, no supondrá un gasto importante, debido a la poca cantidad de deudas. En este caso lo recomendable es amortizar los préstamos cuanto antes si es posible, o tratar de refinanciar la empresa a nuevos tipos de interés que sean asumibles.
Empresa muy endeudada
Consideraremos empresa endeudada si los pasivos suponen más del 60% del activo total. En este caso, si el coste de la deuda es mayor que nuestra rentabilidad económica, la carga financiera será muy elevada. Habremos de pagar mucho en concepto de intereses. Probablemente más que lo que genere nuestra actividad, y nos haga presentar resultados negativos.
Sin ánimo de generalizar, estamos en un caso en que la empresa ha podido sobrevivir a la crisis gracias al crédito barato. Insisto, sin pretender hacer norma, es probable que sea un negocio no rentable y que sólo ha sobrevivido gracias a la inyección de dinero a tipos artificialmente bajos. Este tipo de empresas, no podrá sobrevivir a la subida de tipos si ésta hace incrementar su coste de la deuda.
Aun así las recomendaciones son las mismas que en el apartado anterior. En este caso, dado el alto nivel de endeudamiento, las facilidades para refinanciarnos, serán mucho menores. Tal vez no tengamos ninguna posibilidad.
Ahorradores: buenas noticias
Por el contrario, se prevé un escenario más favorable para los ahorradores, que podrán obtener mayor rentabilidad por sus ahorros, tras una época de rendimientos casi nulos en depósitos. Así que estad atentos a lo que venga a finales de año.
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