El ciclo de tesorería: cobros y pagos
Entendamos como ciclo de tesorería la corriente monetaria de la empresa, es decir, las entradas y salidas de dinero, bien sean de caja (dinero en metálico) o de las cuentas a la vista en los bancos.
Antes de entrar en materia, es importante que recordemos que no es lo mismo cobros y pagos que ingresos y gastos. Y por lo tanto, beneficio y caja, no coinciden.
Para entender la corriente monetaria de nuestra empresa, debemos distinguir dos corrientes de tesorería:
- Ciclo de explotación
- Ciclo del capital
La tesorería en el ciclo de explotación
El ciclo de explotación es el de los cobros y pagos derivados de la actividad ordinaria de la empresa. Esto es, los cobros por la venta de nuestros productos/servicios y los pagos corrientes (aprovisionamientos, personal, servicios exteriores, suministros, etc.)
También debemos contemplar en esta parte los intereses correspondientes a las deudas que tengamos, las subvenciones de explotación recibidas.
Hemos de entender que idealmente este ciclo debe ser autosuficiente, y nuestros cobros sean superiores a nuestros pagos. Pero esta es una situación ideal, no siempre se cumple.
Podemos encontrarnos con la situación que hayamos de afrontar los pagos con anterioridad a la recepción de los cobros. Para lidiar con esta situación, tendremos dos opciones:
- Negociar plazos de pago más dilatados y anticipar los cobros
- Utilizar productos financieros para cubrir el desfase temporal.
Por supuesto que cada una de estas dos opciones tiene un coste.
Negociar plazos de cobro y pago
Hay que sentarse con nuestros proveedores/clientes y explicarles nuestra situación. Con un plan definido. No causa buena impresión pedir alargamiento de plazos sin ninguna explicación coherente.
Es muy probable que nuestros proveedores nos exijan un interés por aplazar los pagos, o bien, tener que aplicar descuentos por pronto pago a nuestros clientes si decidimos anticipar los cobros.
Utilizar productos financieros
Para la segunda opción hemos de recurrir a entidades de crédito (y en ocasiones contar con nuestros clientes). Lo recomendable es utilizar productos destinados al corto plazo:
- Cuentas de crédito
- Líneas de descuento de efectos
- Factoring
- Confirming
Puede darse el caso de que la entidad con que trabajemos nos ofrezca otras alternativas de financiación como puede ser un préstamo. Habremos de evaluar para cada situación qué nos conviene más, o aceptar la menos mala de las opciones a las que tengamos acceso.
Situación ideal
Si conseguimos disponer de estas herramientas para ajustar nuestro ciclo de explotación, iremos teniendo pequeños excesos de tesorería con el tiempo. De este modo iremos dependiendo cada vez menos de la financiación externa y podremos ir reduciendo nuestra carga financiera por este motivo.
Con estos excesos de tesorería, es con los que teóricamente deberíamos realizar las amortizaciones del capital de los préstamos recibidos (a corto y a largo plazo).
Llegado el idílico momento de no depender de financiación ajena, habría que mirar las opciones que tenemos de invertir los excedentes de tesorería. Lo primero sería modificar los plazos de cobro y pago, para reducir nuestros gastos financieros, o quitarnos los descuentos pronto pago, si los tenemos.
La tesorería en el ciclo del capital
El ciclo del capital, hace referencia a los cobros y pagos que no son de explotación:
- Compra y venta de inmovilizado
- Ampliaciones de capital
- Emisiones de deuda
- Subvenciones de capital
- Formalización de préstamos
- Devolución de préstamos (incluiremos intereses si no están contados en el ciclo de explotación)
- Donaciones y legados
En este apartado, hay que hacer especial hincapié en la financiación del inmovilizado.
Es un gran error financiar el inmovilizado con tesorería procedente del ciclo de explotación. Esta práctica nos puede llevar a la suspensión de pagos y el concurso de acreedores. En el mejor de los casos, nos generará una situación de iliquidez que nos obligará a buscar financiación urgente para nuestro ciclo de explotación, en las condiciones que el banco quiera imponernos. Jugaremos en desventaja por la urgencia y falta de planificación.
Como norma, cada vez que adquiramos un inmovilizado, deberemos buscar financiación ajena y a largo plazo. De este modo evitaremos la situación de falta de liquidez producida por el descalce de plazos.
Para profundizar en este tema, recomiendo la lectura de estas entradas:
Con estas instrucciones ya puedes empezar a preparar tu presupuesto de tesorería. Te evitará muchos sustos y sabrás con anticipación tus necesidades, esto te otorgará mayor poder de negociación con los bancos. Y si necesitas ayuda para ponerlo en marcha, no dudes en contactarme.
0 comentarios