Ahora que acaba de empezar el año 2022, es el momento de ultimar los presupuestos del ejercicio. Con el cierre contable de 2021 podrás revisar cada una de las partidas, y si hay que hacer algún ajuste, el momento es ahora.
¿Qué debe contener?
Previsiones de ventas:
Debes tener realizadas las previsiones de las ventas del año. Distribuidas a lo largo de los meses para poder ir comprobando si se cumplen o no.
En este caso, hay que estar atento a una doble vertiente: las unidades y los precios. Piensa si en este entorno inflacionista vas a subir los precios de venta o no.
Aprovisionamientos:
A partir de las previsiones de ventas, ya puedes preparar el plan de compras, según la demanda que tengas deberás hacer tus compras. Si quieres mantener algo de inventario, tenlo en cuenta en tu política de compras.
En el caso de que vayas a subcontratar algún trabajo, y lo sepas con tiempo, planifícalo también. De esta forma, tendrás un presupuesto más ajustado y podrás tomar mejores decisiones.
Al igual que en las ventas, además de las unidades, debes tener en cuenta el precio y la posible subida que puedan aplicarte los proveedores.
Margen:
Con las dos partidas anteriores, ya puedes tener tu previsión de margen. Aquí puedes obtenerlo también de forma unitaria y agregada. Con el margen unitario, conocerás la rentabilidad de cada producto individual. Para trasladarlo al presupuesto, utiliza el importe agregado, porque con él has de hacer frente a los gastos fijos de la empresa.
Gastos de personal:
Aquí debes tener en cuenta si mantienes todo el personal, si vas a necesitar contratar más o quizá debas prescindir de alguien.
Si vas a subir sueldos (voluntariamente o no) es el momento de plasmarlo en el documento para ser conocedor del efecto que va a tener esta acción.
Gastos Fijos:
Para presupuestar estos gastos fijos, lo ideal es que cojas una a una todas las partidas de gastos fijos del año anterior y las revises. De esta forma, verás cuáles son necesarias y cuáles sobran. En alguna de ellas es probable que puedas reducir su importe, en otras, seguramente tengas que soportar un incremento de los precios.
Analízalas todas, una a una, y planifica cuáles son necesarias, cuáles se pueden quitar, cuales se pueden reducir, y cuáles van a aumentar.
No esperes acertar al 100%, ya te digo que no podrás saber qué importe de reparaciones de vehículos tendrás, pero estima una cifra similar a la de otros años, ajustando precios si lo crees conveniente, por el efecto inflación.
Amortizaciones:
En este apartado, debes poner las cuotas de amortización que están previstas para este año. Coge tus fichas de amortización de los activos y allí tendrás el importe correspondiente.
Ten previsto si vas a adquirir algún inmovilizado nuevo a lo largo de este año. Deberás estimar su cuota de amortización a partir de la fecha de compra (o de entrada en producción) y ponerla también.
Gastos Financieros:
Vamos a diferenciar en este apartado los gastos financieros correspondientes a los productos financieros de largo plazo y los de corto.
Para los intereses de los productos de largo plazo, iremos a los cuadros de amortización de los préstamos y allí tendremos las cuotas de intereses que vamos a soportar durante este año.
Será algo más complicado presupuestar los gastos financieros de los productos de corto plazo. Si puedes hacer una previsión de tesorería fiable para todo el ejercicio, aquí podrás encontrar los desfases de tesorería que te harán disponer crédito en las diversas formas que tengas contratadas. Si no puedes hacer esta previsión fiable, antes que dejar la partida vacía, sé algo prudente y mira a cuanto asciende la partida en otros años y qué tendencia tiene.
Impuestos:
Cuando ya tengas presupuestado tu resultado antes de impuestos, puedes hacer el cálculo de la cuota a pagar. Generalmente el 25%, aunque puede verse modificada por diferentes motivos: bases a compensar, diferencias temporarias… Ajústalo lo mejor posible a tu caso.
Resultado neto:
Ahora ya tienes tu previsión de resultado, si no estás satisfecho, intenta ver qué partidas puedes mejorar para incrementar tu resultado.
Otras consideraciones:
Revisa tus partidas de ingresos y gastos extraordinarios de otros años, si tienes una tendencia homogénea puedes incluirla en el presupuesto. Aunque si la tendencia es constante, tal vez no sean tan extraordinarias estas partidas.
Comprueba también si tienes subvenciones periodificables, hay que dotar alguna provisión por el motivo que sea. En resumen, revisa las peculiaridades de tu negocio.
Propuesta de estructura básica para el presupuesto
BONUS:
Calcula el Flujo de Caja Operativo que genera tu actividad en este presupuesto: coge el resultado neto y quítale el efecto de las amortizaciones (si tienes subvenciones periodificadas, provisiones… también) y compara este valor con la deuda financiera a corto plazo en tu balance a cierre del ejercicio.
Si la actividad presupuestada no es suficiente para pagar toda esa deuda, ve pensando qué vas a hacer para pagarla.
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