¿Conoces a Benito?
Yo tampoco, es un nombre al azar que me he inventado.
Pero la historia, no. La historia de Benito es real.
Tú seguro que conoces a algún Benito, aunque de entrada no caigas.
Benito es un empresario muy conocido en su zona. Tiene diversas empresas que trabajan en diferentes sectores de la actividad.
Tiene una muy larga trayectoria en los negocios.
Ya conoces a algún Benito, ¿no?
Benito es una persona inquieta y con ganas de aprender. Siempre atiende a cursos de fiscalidad, de marketing, de finanzas… Incluso talleres on-line y “masterclass” gratuitas que encuentra en los anuncios de Facebook.
Casualmente en uno de los cursos on-line a los que asistió, le enseñaron cómo calcular la liquidez de la empresa.
Le presentaron las clásicas ratios de liquidez, tesorería, test ácido, etc.
Y ¡cómo no! Le dijeron los valores de referencia de cada una.
Para que tenga bien claro cómo debe tener su balance.
Benito tiene una empresa más grande que el resto. De las suyas, claro.
Es su “joya de la corona”.
Así que decidió empezar a aplicar los conocimientos adquiridos en el último curso on-line.
El de calcular la liquidez.
Ratio de liquidez: por encima de 2.
¡GENIAL! No tendré problemas de pago
Test ácido: casi 2.
¡MAGNÍFICO! Esto me refuerza lo anterior, así que puedo estar tranquilo.
Ratio de efectivo: 0,28.
SUFICIENTE, cumplo los estándares. Mi empresa principal, mi joya de la corona no va a tener problemas de pago con estos cálculos que aprendí. Merecieron la pena esos euros que invertí en el curso.
En las otras empresas no le había ido tan bien.
Tenía unos números más ajustados, pero aun así, suficientes para hacer frente a los pagos.
Y llegó el 20 de abril. Liquidar IVA y retenciones del primer trimestre. Pudo cumplir sus obligaciones.
¡Cómo no! Si con lo que había aprendido en el curso on-line, ya sabía que podría estar tranquilo.
Una semana después era 30 de abril y tenía que liquidar los pagos de la seguridad social.
Y las nóminas a los empleados.
Entonces Benito no pudo pagar.
Sus empleados no pudieron cobrar a tiempo.
Casualmente (o no, si compartes mi visión) la única empresa en la que tuvo problemas para el pago fue con su “joya de la corona”.
Sí, has leído bien. La que mejores valores de liquidez presentaba, era la que tuvo los problemas de pagos.
¡Vaya con el curso on-line!
No todo es tan sencillo como nos lo quieren vender.
¿Sabes qué le pasó a Benito?
Cuéntame tu opinión en los comentarios
Feliz día
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Se me ocurren tres posibles motivos, a ver si alguno es el bueno:
1. Benito no sabía la diferencia entre ingreso y cobro. Tenía contabilizados activos que después no se traducían en flujos de caja: existencias obsoletas, saldos de clientes que luego no pagan, etc.
2. En el momento de hacer los cálculos, la empresa por el motivo que fuese apenas tenía contabilizados pasivos. Esto otorgaba una imagen de solvencia que no era real, pues los activos corrientes tampoco eran muchos.
3. La empresa «joya de la corona» financiaba las pérdidas de las otras empresas del grupo, mediante operaciones cruzadas.
A ver si he acertado, un saludo y buen blog.
Hola Rubén,
Acertaste, en este caso concreto era la que tú has puesto como la número 3.
Gracias por tu comentario, pásate por el blog de vez en cuando y aporta lo que quieras